En 1990 Iron Maiden estaba pasando por un momento de cambios, entre la salida de Adrian Smith, la entrada de Janick Gers para el disco "No Prayer for the Dying" y una búsqueda por volver a sus raíces, la banda revivió la llama de hacer giras.
Fue así que la el grupo inglés se embarcó en una gira de casi dos años, con más de 100 shows por Estados Unidos, Japón, Canadá y gran parte de Europa:
"Pensábamos que el espectáculo de la gira "7th Tour of a 7th Tour" se nos fue un poco de las manos. Quiero decir, el verdadero Eddie y los telones de fondo me parecieron increíbles, pero los gigantescos icebergs y esas cosas creo que eran un poco incómodos, por lo que queríamos dejar atrás todo eso y convertir otra vez todo en un concierto masivo de club, lo cual realmente nos las arreglamos para hacerlo".
Y todo este "nuevo cambio", este regreso a los orígenes, quedó registrado en No Prayer On The Road ’90-’91:
"Tener a Janick en la banda también le dio a todos un gran impulso, porque, siendo nuevo, estaba muy entusiasmado con todo. Creo que nos hizo abrir un poco los ojos y mirar las cosas de una nueva manera".
