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Así es como sobrevive el ultimo Blockbuster del mundo (la empresa cerró hace 5 años)

ACIR Online

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Foto: Stu pendousmat / Wikimedia Commons / CC BY-SA 3.0

Hace 10 años la cadena Blockbuster, conocida por su sistema de rentas cortas de películas en VHS y DVD, disponía de 9 mil tiendas esparcidas por el mundo. Luego de una vertiginosa caída de ingresos y el ascenso del mundo digital, la empresa se declaró en bancarrota en el 2010.

Un local de Blockbuster en Bend, Oregon, ubicado discretamente en una gasolinera, es el último que sobrevive de toda la franquicia, y lo hace de manera independiente. Su gerente, Sandi Harding, relató para la BBC el reto que representa mantener vivo el local en la era digital y del streaming.

Este último local de la cadena sobrevive básicamente por la singular cualidad de ser el último espécimen de un negocio a punto de extinguirse. Los visitantes curiosos y la comunidad local son quienes lo mantienen a flote. Apenas en julio, otros dos establecimientos de Blockbuster independientes cerraron en Alaska. Eran también los últimos. Afortunadamente para Sandi Harding, Bend siempre ha sido un pueblo con una gran tradición de renta de películas.

"Me siento triste y nostálgica de ver a Blockbuster irse. Esta tienda ha estado aquí desde 1992 y yo llegué a trabajar para ellos en 2004. Cuando supe que este iba a ser el último, me sentí nerviosa; no estaba segura de lo que iba a pasar", cuenta Harding.

"La cantidad de atención ha sido absolutamente demencial. Las mejores historias son sobre padres que traen a sus hijos, y es algo como: 'esto es lo que solíamos hacer, tomábamos una película y nos la llevábamos', o aquellos que hablan sobre cómo en sus primeras citas fueron a Blockbuster.

"Hemos tenido un montón de visitantes de todo el mundo, como Londres y Taiwán, y de todo el país. No importa el color de piel, religión o afiliación política. Todos en el mundo tienen un sentimiento de felicidad cuando piensan en Blockbuster y cómo nos une. Creo que esa es la nostalgia que todos sienten y a la que tratan de aferrarse.

"Este lugar abrió como un negocio privado, Pacific Video, y en el 2000 se convirtió en Blockbuster. La gente nos conoce desde nuestros inicios, y quieren que sigamos operando.

Blockbuster fue fundada en 1985 en Dallas, Texas, y llegó a valer miles de millones de dólares cuando alcanzó su mejor momento, dando empleo a miles de personas. Llegó a ser tan popular en Estados Unidos que, para 1989, se abría una nueva tienda cada 17 horas. Solían localizarse en plazas comerciales y concurridas intersecciones.

El éxito de servicios digitales como Netflix (lanzado en 1999 y cuyo modelo de negocio fue rechazado por la propia Blockbuster) y otros como Amazon y Hulu, aceleraron la obsolescencia de la empresa y la del DVD. Ha mermado también el posicionamiento del Blu-ray como el formato predominante en el ámbito del cine en casa.

"Trato de mantener la cabeza sobre el agua. Sabemos que estos son nuestros 15 minutos y que no durará para siempre, así que tenemos que aprovecharlo. Hay también un documental que fue filmado aquí.

"Toda la sensación mediática le ha recordado a la gente que estamos aquí, y hemos tenido más clientes que vienen y dicen, 'hey, queremos apoyarlos, queremos conservar nuestro último Blockbuster en Bend'. Eso ha sido realmente maravilloso".

Los elementos clásicos de la franquicia se conservan ahí: las paredes amarillas, las máquinas de dulces, el sistema informático de pantalla azul y claro, las cajas para depositar de vuelta las películas. Cada semana la señora Harding va a los supermercados a surtirse de nuevos títulos en Blu-ray, DVDs y videojuegos viejos y nuevos. Asegura que su negocio se beneficia de gente cansada de estar en sus casas con sus teléfonos y laptops.

Una parte crucial de la historia de la tienda son los chicos con los que Harding ha trabajado a lo largo de los años. Para muchos de ellos, este Blockbuster fue su primer trabajo. Han crecido, y ahora visitan el lugar con sus hijos. Sandi mantiene una cercana amistad con todas estas personas.

"Uno de los dueños me dijo que mientras tuviéramos clientes llegando, pagando las cuentas y a nuestros empleados, seguiremos abriendo. Aún tenemos un par de años en nuestro arrendamiento y una buena relación con el propietario. Nos apoya mucho en todo lo que hacemos.

Pero me pone algo nerviosa que cerremos también algún día. Mucha gente nos dice: 'conviértanlo en un museo', lo cual sería un tanto divertido. Pero la emoción de ser el último y compartirlo con todos ha sido genial. Estoy muy orgullosa de saber que hemos sobrevivido".

Con información de BBC

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